Durante todo el primer semestre del año, la situación epidemiológica del dengue ha presentado un comportamiento muy inestable, con intensos brotes de dengue en varios países de la región. Las condiciones climatológicas se han mantenido muy favorecedoras a la proliferación del mosquito Aedes aegypti su agente transmisor y se han visto ciertas alteraciones inusuales en su estacionalidad, afectando desde inicio del año a países centroamericanos e islas del Caribe en periodos considerados inusuales.