revista DOMINGO 27 de junio 2010
"Formalmente, el dengue es una enfermedad viral transmitida por un vector, el zancudo Aedes aegypti", explica María Josefina Núñez, infectóloga y profesora de la facultad de Medicina de la UCV. "En cambio, la gripe es una enfermedad también viral, pero que se transmite de persona a persona, por inhalación de microgotas con el virus al estar cerca de un individuo enfermo que estornuda o al contaminarse por contacto al dar besos o estrechar manos y luego pasárselas por la cara".
¿Cuánto tardan en aparecer los síntomas? "El dengue tiene una incubación de uno a tres días después de la picada de un mosquito que porte el virus.
Empieza con fiebre alta, dolores musculares, osteoarticulares y de cabeza, dolor en los ojos y a veces náuseas y cólicos; puede incluir síntomas respiratorios también.
Hay mucho cansancio, malestar y pocas ganas de comer", indica la especialista. "El dengue produce una fiebre que persiste de tres a cinco días, pero cuando esa fiebre empieza a bajar y la persona empieza a sentirse mejor, es cuando técnicamente está peor: ese día le bajan las plaquetas y puede aparecer una erupción de tres a cinco días que pica mucho en zonas como los brazos, el tórax y las piernas. Cuando las plaquetas bajan pueden pasar de 300.000 a apenas 5.000 pueden aparecer manifestaciones hemorrágicas: sangramiento nasal, de encías o una serie de muchos punticos rojos en la piel aparte de la erupción".
Adicionalmente, con el dengue el hígado tiende a aumentar de tamaño. "Las enzimas hepáticas se alteran y el bazo también suele inflamarse un poco. Por eso es mejor tener cuidado, guardar reposo y no ponerse a hacer ningún tipo de esfuerzo físico: nada de trabajar, manejar, hacer ejercicio ni ponerse a hacer labores del hogar". Por sus características, el dengue puede confundirse en ciertos casos con otras enfermedades como la mononucleosis; por eso se hacen varias pruebas sanguíneas para descartar ese cuadro.
Una gripe corriente. En Venezuela se le suele llamar gripe tanto al resfriado común que es producido por más de 80 tipos de rinovirus como al virus de la influenza y sus variantes. "Una gripe por rinovirus es leve y pasajera; tiene síntomas respiratorios como estornudos y secreción nasal, fiebre y malestar general, pero en dos o tres días la gente se mejora. En el caso de la influenza, el malestar se puede extender por más de cinco días y los síntomas tienden a ser más intensos, con dolores musculares y de cabeza", dice Núñez. El tratamiento de la gripe no es nada exótico. "Una sopita de pollo, más por consentimiento y por despejar la nariz que otra cosa, acetaminofén para el malestar y algún antialérgico o un calmante leve de tos si hace falta. Para no contagiar a otros, hay que taparse la boca al estornudar o toser y lavarse constantemente las manos", sugiere.
Las complicaciones más previsibles de una gripe son episodios de otitis, sinusitis aguda o una neumonía. Sin embargo, Núñez señala que es inútil ponerse a tomar antibióticos para tratar de frenar el avance de una gripe o un cuadro de dengue. "Son enfermedades virales, en las que esos medicamentos no producen ningún efecto", advierte.
Tanto en la gripe como en el dengue, lo que queda es esperar que estos virus completen su ciclo. "En una persona generalmente sana, una gripe se pasa sola y pueden moderarse los síntomas con medicamentos comunes. En el caso del dengue, las plaquetas también se van recuperando por su cuenta poco a poco, pero hay que hacerles seguimiento. Lo importante es mantener una hidratación constante y usar solamente acetaminofén para aliviar el malestar", explica Núñez. "No se recomiendan medicamentos como la aspirina o el ibuprofeno porque alteran la coagulación y pueden potenciar una hemorragia en curso.
Sólo en casos de plaquetas muy bajas es cuando se considera una transfusión de sangre para compensar", señala. "Ante síntomas que no ceden, es mejor consultar a un médico".
¿Cómo protegerse? "En el caso del dengue, buena parte de la prevención depende de las campañas de saneamiento ambiental y de fumigación, sobre todo ahora en época de lluvias cuando se forman criaderos de larvas. Eliminando el mosquito es como se reduce el riesgo de adquirir dengue, porque es el vector que lo transmite. En las casas hay que evitar los floreros y tapar bien los envases de agua almacenada. También conviene fumigar y usar plaquitas insecticidas, sobre todo en lugares oscuros", dice la experta. "Si ya hay alguien con dengue en la casa, sería ideal que los demás usen repelente y un mosquitero para dormir si es posible. Es un poco engorroso, pero puede ocurrir que un zancudo pique a una persona que ya está enferma y luego lo pique a uno".