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OPS reconoce que virus AH1N1 pierde fuerza en Latinoamérica

En Venezuela, en una semana, sólo se reportaron dos nuevos contagios
Después de casi un año de haber provocado pánico sanitario en todo el mundo, la influenza AH1N1 se debilita en América Latina. 

En todos los países de la región, excepto en Perú, Guatemala y Nicaragua, el virus contagia, cada vez, a menos personas. Pero Mónica Guardo, directora subregional de Alerta y Responsabilidad de Epidemias y de Reglamento Sanitario Internacional de la Organizaciones Mundial y de la Panamericana de Salud, recomienda no confiarse. El virus no ha cedido del todo y aún falta conocer cómo se comportará durante el período de invierno que comienza en junio en el hemisferio sur. "Esta es una influenza de rápida diseminación geográfica. Por esa característica, principalmente, fue declarada pandemia y no tanto por su letalidad, mucho menor que la de la gripe aviar, que asciende a 60%. Para el 29 de abril de 2009, poco después del primer caso, había casos en siete países y, el 1 de julio, ya estaba en 107 países", manifestó Mónica Guarda, ponente del seminario de periodismo Influenza H1N1-H5N1,organizado por la Voz de América en Ciudad de Panamá. En Venezuela, las últimas cifras oficiales reportan 133 fallecidos, en total, por causa del nuevo virus. En la última semana reportada, entre el 17 y el 23 de febrero, solo se registraron dos contagiados de influenza y ningún deceso. El mapa de la OPS muestra que "en América del Norte el virus está decreciendo; en América Central también, a excepción de Nicaragua y Guatemala que registran un ascenso aunque menor que otras veces, y en América del Sur solo Perú reporta incremento", describió Guardo. El debilitamiento no se limita al virus. También se ha diluido la rigurosidad de las autoridades sanitarias de cada país. "Ya muchos gobiernos ni siquiera envían los datos epidemiológicos a la OPS", confió Guardo. Para el 22 de febrero, la OPS contabilizó 7.484 fallecidos en la región. Para la OMS, que dicta las guías de salud para el mundo, la alerta debe continuar. "Se discutió si se disminuía el nivel de la pandemia fase 6 (que es la más grave), pero se decidió mantenerla porque aún hay gran actividad en algunos países y se debe discutir, además, qué hacer en el pospico de la pandemia", explicó Guardo. La OMS y la OPS mantienen sus tres restricciones fundamentales acerca de la pandemia: los países no deben cerrar fronteras ni restringir el tráfico comercial, mantener la vigilancia y no dejar atraparse por el período de relajamiento y tratar de evitar que personas con síntomas gripales viajen, pues es la manera más rápida de diseminar el virus.

Giuliana Chiappe ENVIADA ESPECIAL/EL UNIVERSAL 5 de marzo 2010