PREVENCIÓN
Escondites para vectores
En los hogares hay riesgo de contraer enfermedades El sociólogo Roberto Briceño León identificó los factores que hacen que las casas sean aptas para albergar chipos y zancudos
LISSETTE CARDONA
Hace 20 años, el sociólogo Roberto Briceño León identificó los elementos que hacían que los habitantes de las casas rurales enfermaran con mal de Chagas. Analizó los factores ambientales y sociales que propiciaban la aparición de la enfermedad, y concluyó que la estructura de las edificaciones rurales y las costumbres de su gente favorecían el resguardo de chipos en el interior de las viviendas de bahareque y techos de paja.
En 1990, cuando escribió La casa enferma: sociología de la enfermedad de chagas, estableció un índice de las condiciones propicias para la colonización de la vivienda por el vector.
Los brotes de la enfermedad ocurridas desde 2007 en Caracas apuntan a que los chipos han encontrado casas enfermas en las que pueden alojarse. Son de bloques u otros materiales, pero presentan condiciones para el albergue de chipos y zancudos.
Advierte que la mayoría de los hogares situados en la periferia de las ciudades, donde se ha deforestado su hábitat natural, son aptos para que se trasladen buscando un escondite y alimentos. Los más propensos son los ranchos, pero las casas estructuradas también representan riesgo.
La basura potencia el riesgo porque favorece los criaderos de ratas que son reservorios del tripanosoma cruzi.
Las viviendas con grietas, amasijos de enseres y en las que hay animales domésticos pueden alojar chipos que buscan sangre para alimentarse.
El insecto tiene fototropismo (atracción por la luz).
Si las viviendas carecen de mallas en las ventanas y tienen rendijas entre los techos y paredes, hay una vía libre para el paso de plagas. No mantener normas básicas de higiene hacen que la casa sea una fuente potencial para el contagio del dengue o del Chagas.